Peregrinacón al Kailasa y al centro del Sí
Breve diario de la peregrinación al Kailasa escrito a dos manos por Raimon Panikkar, una de las figuras mayores de la espiritualidad de nuestro tirmpo, y por su discípula predilecta, Milena. El difícil viaje al monte sagrado se convierte para él en la peregrinación última que pertenece al Espíritu, a la otra orilla de la razón, y para ella, en el sello de la relación delicada y profunda, peligrosa y confortante, lineal e infranqueable, entre discípula y maestro, como dice Jis? Forzani, también maestro viviente de espiritualidad zen en su maravillosos epílogo. Panikkar desea paz entre los hombres, tomando nota de que las religiones han sido la causa principal de los conflictos; paz con la Tierra, sobre la que andamos como peregrinos y no como amos explotadores; paz entre los Dioses, para que finalmente se realice la gran utopía: la unión entre cosmos, Dios y hombre, la aventura cosmoteándrica, como la llama Panikkar, que la ha convertido en el centro de su predicación y en testimonio de su vida. Para Milena el encuentro con el monte sagrado significó el gran sí a la vida divina, el abandonarse confiada al Misterio, sostenida por la comunión profunda con su maestro. Y en Varanasi, superada ya la última prueba, la inmersión en las aguas del Ganges se convierte para ella en el bautismo del renacimiento y la llegada allí donde el silencio es la Fuente de todo. El viaje al Kailasa: una apertura del tercer ojo y del corazón, que conduce a esperar en el encuentro y en la comprensión entre aquellos que están en peregrinaje, en búsqueda del sentido ulterior de la vida, independientemente del hecho de que llamen a su meta Kailasa, Jerusalén, la Meca u otros nombres.
traducción del italiano