Raimon Panikkar

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El silencio del Buddha
Una introducción al ateísmo religioso


El recorido de lectura y de estudio que propone el libro se inicia con una serie de preámbulos (prólogos e introducción) que muestran el largo viaje que el texto ha realizado hasta llegar a su forma actual. A partir de un artículo de hace cuarenta años titulado “Buddhismo e Ateismo”, el texto toma forma de libro en la primera edición española (1970) y lentamente se transforma y enriquece, cambiando también de título en las sucesivas ediciones italiana (1985), inglesa (1989) y alemana (1992), hasta desembocar en 1996 en la redacción definitiva en italiano. El resultado de este largo y continuado trabajo de relectura y reelaboración del texto es una obra que expone de modo riguroso y exhaustivo los elementos fundamentales de la visión y de la experiencia buddhista, y que trata con rigor y honestidad intelectual uno de los temas más importantes para la sensibilidad contemporánea, el del ateísmo religioso.
El libro se compone de tres partes independientes e interrelacionadas, tratadas cada una de modo autónomo y completo, hasta el punto de poder ser leídas por sí mismas, pero que al mismo tiempo se compenetran y complementan. En la primera parte, “El problema”, se toman en consideración diversos puntos de vista (correlatos, a menudo, de juicios categóricos) desde los cuales Occidente ha observado el buddhismo para catalogarlo ya sea como una forma de cinismo, nihilismo, agnosticismo, pragmatismo, ateísmo…, es decir todas las categorías típicas del pensamiento occidental, las cuales mal se adaptan a un fenómeno “religioso” como el buddhismo, que si bien tiene sin duda un valor universal por otra parte utiliza de modo innegable instrumentos hermenéuticos “orientales”. O, mejor dicho, que utiliza necesariamente tales instrumentos a fin de transcenderlos, como subraya el autor al afrontar el tema del apofatismo, decisivo para el propósito del volumen: “La última razón del silencio del Buddha no nos parece que radique en la limitación inherente a todo sujeto humano, ni en la imperfección de nuestro conocimiento, ni en el carácter misterioso, oculto, de la realidad. Para decirlo con una palabra, la última razón nos parece que estriba en el hecho mismo de que la última realidad no es”. Para dar cuenta de la visión buddhista el autor se basa en los textos originales, a partir de la formulación que corresponde a la puesta en marcha de la rueda del Dharma, o sea el inicio de la aventura del buddhismo en la historia humana, tal como es expuesto en el Dammachakkapavattanasutta.
Toda la segunda parte, “Los textos”, está dedicada a citar y comentar textos originales traducidos por el autor para la ocasión, algunos muy conocidos, otros hasta ahora inéditos en castellano. Se trata de textos relativos a cuatro argumentos considerados por el autor como fundamentos de lo específico buddhista: la no-substancialidad ontológica o no-hipostación de ningún principio definitivo de identidad (âtman), el nirvâna, la concatenación causal originaria y constitutiva (pratîtyasamutpâda), y el silencio de Buddha sobre cuestiones metafísicas (avyâkrtavastûni) que prefigura lo que será el desarrollo sucesivo de la particular lógica buddhista mâdhayamaka, que no se funda sobre el principio de no-contradicción: “la razón profunda nos parece que radica, no en el desconocimiento por parte del buddhismo de las leyes lógicas del pensar, sino en el negarse a identificar el pensar con el ser”.
La extensa tercera parte, “La hermenéutica”, trata del significado que el buddhismo puede asumir en el mundo actual en las problemáticas más urgentes para la sensibilidad y la conciencia contempóranea. De la constatación de una crisis global, que ninguna religión o visión del mundo es capaz de afrontar de modo autónomo y aislado, se sigue la conclusión de que es posible, y de hecho indispensable, que cada religión particular desarrolle y profundice en su propio carisma no como reivindicación de superioridad exclusiva, sino como contribución única a una problemática existencial y espiritual que implica a todo el género humano y su destino. Una visión que tiene mucha importancia para el autor, y que en esta obra se expresa como análisis de dos temáticas típicas del buddhismo: el ateísmo religioso y el silencio como metodología expresiva. El ateísmo religioso no es la simple contraposición a todas las formas más o menos subrepticias del teísmo, ni la afirmación de la no existencia de Dios. Es, al menos en el caso del buddhismo, una forma refinada de religiosidad, purificada de toda sombra de idolatría, muy próxima a la sensibilidad intelectual considerada posmoderna. El silencio no es la supresión del sonido y de la palabra, sino la condición para la escucha y el origen y destino de la palabra misma. El libro concluye con un análisis de diversos aspectos del silencio que podría constituir un texto en sí mismo.
Una rica y preciosa bibliografía y un amplio aparato de notas confieren también al volumen un valor de primer plano en el ámbito de las obras de divulgación científica del buddhismo.

traducción del italiano

«Ecrire, pour moi, est autant vie intellectuelle
qu’expérience spirituelle…
cela me permet d’approfondir le mystère de la réalité.»