Patriotismo y cristiandad
Una investigación teológico-histórica sobre el patriotismo cristiano

 

Como en otros libros anteriores publicados tras su encuentro con la India, pero elaborados con material anterior, hay una diferencia entre lo que se dice en él y lo que ya Raimon Panikkar piensa en su situación actual; por ello, el autor se disculpa acerca de su contenido en la “Advertencia preliminar”, firmada en Roma en 1960: “No será inoportuno decir que fue escrito hace una docena de años”; más aún, “su autor se considera… como su simple y distanciado editor”.
Los artículos en los que se basa fundamentalmente el libro son: “Patria y cristiandad” (Documentos, San Sebastián 1951); “El objeto del patriotismo: la patria” y “El patriotismo cristiano” (Politeia, Fribourg 1952 y 1953); “La evolución del patriotismo en Occidente” (Sapientia, Buenos Aires 1953); “El sujeto del patriotismo” (Revista de Teología, La Plata 1953).
El volumen está organizado en cinco capítulos:

I. Planteamiento. La idea de patria en el mundo actual está siendo superada por ideologías supranacionales y el patriotismo se va convirtiendo en un valor del pasado. Pero, para Panikkar, el patriotismo tiene una raigambre antropológica que lo lleva a elaborar una Teología del patriotismo.

II. El sujeto del patriotismo. El patriotismo es “una cualidad inserta en el hombre que le hace sentirse ligado a una comunidad determinada”, la Patria; una “manifestación de la constitución mesocósmica del hombre”. Por ello, alguien que no sea patriota tiene “una personalidad truncada”, egoísta. Pero es necesario distinguir entre patriotismo y patrioterismo, “protuberancia sensiblera” de aquel, y saber que es un arma de doble filo.

III. El Objeto del patriotismo: la Patria, “proyección antropológica del patriotismo”. Factor psicológico, histórico y geográfico.
IV. La tradición occidental. La concepción de los primeros cristianos es distinta del patriotismo mesiánico hebreo; busca “la Patria verdadera”, la celeste, minusvalorando la Patria terrena en la que es un peregrino. Por eso, sus primeros ecos son universalistas; pero luego, al irse implicando en el Estado, se van encarnando en la vida de éste, y sienten ya el patriotismo como algo suyo, hasta llegar a la idea medieval de Cristiandad, que debió dejar paso a las naciones modernas, con su ambivalencia.

V. El patriotismo cristiano. El cristiano debe vivir la fraternidad universal, y el nacionalismo puede ser peligroso para ello; pero debe tener en cuenta las distintas patrias terrestres con espíritu social y cristiano para llegar a una “sociedad cristina”, una “nueva Cristiandad”, que no es la Iglesia, aunque forme parte de ella. “El patriotismo cristiano restablecerá el recto orden axiológico y colocará en un lugar adjetivo las vinculaciones nacionales para situar en el plano sustantivo la religación cristiana… Es la plenitud del patriotismo”.

Victorino Pérez