La Trinidad
Una experiencia humana primordial
Se trata de una de las obras más originales y mejor acogidas de Panikkar. Por su brevedad y falta de aparato científico –el mismo Pannikar dice en la Introducción que ha dudado de publicar estas “breves notas” o desarrollarlas en “un volumen más extenso”-, podría parecer una obra menor, pero no es así. Es su libro fundamental sobre la Trinidad, en el que Panikkar traza su original concepción trinitaria interreligiosa, más allá de la misma concepción cristiana (de ahí el título).
En el Prólogo a la edición inglesa de 1973 (Santa Bárbara, California, 1973), el autor habla de que el primer original fue escrito en francés en 1963 en un pequeño templo a orillas del Ganges, y traducido al inglés para la edición de 1970, que es la primera edición que nos consta: The Trinity and World Religions. Icon, Person, Mystery, Bangalore- Madras, 1970. Tres años después saldría una edición revisada y aumentada con nuevo título: The Trinity and the Religious Experience of Man. Icon, Person, Mystery (London 1973) y años después irían saliendo las ediciones en español, catalán, italiano, alemán, checo, portugués y francés.
El Prólogo a la edición española de 1989 comienza con una expresiva cita de las Upanishad que manifiesta una tesis fundamental del libro, la Trinidad, aunque tenga una originidad en el cristianismo, no es un hecho exclusivamente cristiano: “Se reveló a si mismo trinitariamente”. Indica, incluso, que el texto surgió de “una situación dialógica con el mundo vedántico”. Por eso insiste en que la fe cristiana debería “quedar en libertad para llevar a cabo una fecundación que afectara a todas las religiones”. “Este ensayo intenta profundizar en el misterio cristiano y encuentra una confluencia asombrosa con el mundo tradicional de las religiones y el secular de la modernidad. A esta profundidad es posible un diálogo fecundo”.
La trinidad es “la culminación de una verdad que penetra todos los dominios del Ser y la conciencia y esta visión nos une a todos los hombres”, es una especie de “invariante” cultural y humana; es una de las visiones más profundas y más universales que el Hombre puede tener de si mismo y de Dios, de la Creación y del Creador. Vincula el misterio inmanente con el Dios económico (ad extra), en el que el destino de totalidad del mundo está en juego. Más allá de la Trinidad inmanente y la Trinidad económica cristiana (que Panikkar no olvida y desarrolla ampliamente la dimensión del Padre, el Hijo y el Espírtu Santo), es necesario llegar a la Trinidad radical. Esta experiencia de la Trinidad radical es el fruto de la experiencia teantropocósmica-cosmoteándrica, tema fundamental de la teología de Panikkar.
Es sumamente interesante y muy enriquecedor el apartado “Formas de espiritualidad”: Iconolatría-Karmamârga (acción), Personalismo-Bhaktimârga (amor), Advaita-Jñânamârga (conocimiento).
Finalmente, dos palabras sobre Advaita y Trinidad. El advaita (no-dualismo, que Panikkar prefiere traducir por “a-dualismo”) es fundamental para comprender el pensamiento trinitaria panikkariano. El advaita manifiesta el carácter a-dual de lo Real; el Absoluto es “trascendente e inmanente a la vez, todo en uno”. Para el advaita, la Divinidad no está separada del resto de la Realidad, ni es totalmente idéntica a ella, como ocurre con el dualismo y el monismo, sino que está armónicamente integrada en esa realidad, como una dimensión de ésta, aunque sea su origen abisal, como el Padre de la Trinidad cristiana.
Victorino Pérez