Oximórico (lenguaje)

R. Panikkar es un recreador del lenguaje teológico tradicional, que conoce muy bien, buscando hacer una teología nueva. Su presupuesto fundamental está en la radical insuficiencia de todo lenguaje sobre Dios. En su capacidad de crear formas de lenguaje nuevas, Panikkar habla de un lenguaje oximórico: afilado, puntiagudo, penetrante-romo, inerte, loco... “la locura penetrante”. La experiencia profunda de la humanidad, que ha llamado a Dios con muchos nombres, lo ha entendido más como un símbolo que como un concepto. “Dios tiene ciertamente rostro -dice-, es aquel que se manifesta en nuestros rostros y brilla tabóricamente cuando no le queremos suplantar con nuestras fisonomías” (“Los rostros de Dios” [Epílogo], Los Rostros de Dios, Facies Deitatis, Compostela, 2000).
Al leer a RP, deberemos tener siempre muy en cuenta ese deseo de buscar un lenguaje paradójico, oximórico, en definitiva, relativizador de si mismo y de las mismas concepciones limitadas que utiliza, para comprender adecuadamente su filosofía-teología sobre Dios. Panikkar habla de un “Dios” que es un símbolo no objetivable, no reducible a un objeto o sujeto concreto, por eso escapa a toda objetivación, se revela y se esconde a un tiempo.