Trinidad radical. Toda la Realidad es trinitaria: Dios-Hombre-Mundo

 

“La experiencia de la Trinidad radical es saberse envueltos en una perichoresis cosmoteándrica” (La plenitud del hombre).

“No hay más que Dios, un Dios que, en cuanto ‘Yo’ absoluto, tiene un ‘Tú’ eterno que es igual a él y que no obstante, no es un segundo ‘Yo’, que es siempre un ‘Tú’. Este Tú es el Hijo, es el Cristo total que incluye cielos y tierra. Todos los seres participan de lo que son al ser uno con él, con el Hijo. Todo cuanto existe, es decir, toda la realidad, no es más que Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Todo cuanto existe no es más que Brahman en cuanto sat, cit, y ?nanda, en cuanto ser, consciencia y beatitud. Sat en cuanto fundamento mismo de todo lo que, de una forma u otra, constituye el ‘ser. Cit en cuanto vínculo espiritual o intelectual que envuelve y penetra toda la realidad. ?nanda, en cuanto plenitud perfecta que recibe en sí misma e inspira a todo lo que tiende hacia ella” (El Cristo desconocido).

“La Trinidad no es un monopolio del cristianismo, ni lo es de la Divinidad. Toda la realidad tiene una estructura trinitaria (Elogio de la sencillez).

“La Trinidad es la culminación de una verdad que penetra todos los dominios del Ser y la consciencia ... La Trinidad es una de las visiones más profundas y más universales que el Hombre puede tener de sí mismo y de Dios, de la Creación y de lo Creado” (La Trinidad).

La Trinidad radical es el concepto fundamental de la teología de Raimon Panikkar; una Trinidad que no es sólo el Padre-Hijo-Espíritu de la Trinidad cristiana, sino Dios-Hombre-Mundo; la Realidad toda como Ser-Conciencia-Beatitud (sat, cit, ∼nanda en el pensamiento hindú) que expresa con su intuición cosmoteándrica. La Trinidad radical es la Realidad toda, en la que están unidos lo Divino, lo Humano y lo Cósmico. Esta Trinidad manifiesta tanto la superación de la tentación monista (todo es uno, sin distinción), como la tentación dualista (Dios y el mundo están separados por la radical trascendencia de Dios); por eso se opone a dualismo, monismo y panteísmo.
En la Trinidad radical es imprescindible el adjetivo, porque para RP “La Trinidad no es una prerrogativa de un Dios (Sustancia, Ser Supremo), sino la característica de lo Real” (“Dios en las religiones”, Misión Abierta, Madrid, 5-6, 1985). Es toda la Realidad la que tiene una estructura trinitaria en la que todo está íntimamente relacionado. No sólo están en relación constitutiva Dios Padre-Dios Hijo-Dios Espíritu Santo, sino también Dios-Hombre-Cosmos, Cielo-Tierra-Hombre. (“A Self-Critical Dialogue”). La Trinidad radical sería un “complemento” de la intuición cristiana trinitaria, que RP no quiere abandonar. Padre-Hijo-Espíritu correspondería a lo que la teología cristiana llama Trinidad inmanente, la interioridad divina; Dios-Hombre-Cosmos correspondería a lo que la teología cristiana llama Trinidad económica, la relación de Dios con el mundo y con el hombre (La plenitud del hombre).
Por tanto, la Trinidad radical significa que toda la Realidad es una relación trinitaria. La concepción trinitaria no se queda en una realidad divina situada por encima del mundo en un dualismo insalvable, sino que abarca a toda la realidad existente, que viene a ser una realidad cosmoteándrica:

“Dios, Hombre y Mundo no son uno, ni dos ni tres. No hay tres cosas ni tampoco una sola. Hay una radical relatividad, una interconexión irreductible entre la Fuente de lo que es, lo que Es y su propio Dinamismo; Padre, Hijo y Espíritu Santo; lo Divino, lo Humano y lo cósmico; la Libertad, la Conciencia y la Materia... La realidad es trinitaria, no dualista. Sólo negando la dualidad (advaita), sin caer en la unidad, podemos aproximarnos conscientemente a ella” (Iconos del misterio).

No se trata de panteísmo, ya que si la distancia entre el Yo y el Tú, el Padre y el Hijo, y estos con el Espíritu Santo es infinita... como lo es la que existe entre el hombre y el cosmos. “Nada hay finito en la Trinidad, en la Realidad”... Por eso, esta Trinidad se manifiesta para los cristianos en Jesucristo: “La Trinidad radical, tal como se manifiesta en Cristo, nos presenta la unidad adualista entre lo divino y lo humano” (La plenitud del hombre).
Para R. Panikkar, la intuición tripartita de la Trinidad es un “invariante humano”, como expresión de una visión triádica de toda la realidad: lo divino, lo humano y lo cósmico armónicamente como están en el ser humano (cuerpo-alma-espíritu) y en el mundo (espacio-tiempo-materia).
La Trinidad radical es el fruto de una experiencia teantropocósmica o cosmoteándrica. No hay tres realidades (Dios, el Hombre y el Mundo), pero tampoco hay una sola (o Dios, o el Hombre o el Mundo), la realidad es cosmoteándrica: “La integración de la aventura trinitaria de toda la Realidad no mengua ni la trascendencia divina ni la diferencia entre Dios y el Mundo, de manera análoga a como la unidad trinitaria no elimina la diferencia entre las personas divinas” (La Trinidad).

Raimon Panikkar

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“ Escribir es, para mi, vida intelectual
y también experiencia espiritual …
me permite profundizar el mistero de la realidad.”