Mythos-Logos

 

“Mythos y logos van juntos, pero su relación no es dialéctica ni mítica; es más bien una relación que constituye a los dos. Si fuera lógica, se ahogaría el espíritu en el logos. Si fuese mítica, se reduciría el logos al espíritu. Dicho de otra manera, no hay logos sin mythos -del que el logos es lenguaje- y no hay mythos sin logos -del que el mito es fundamento-... Sólo el pratîtyasamutpâda, la relatividad radical de todo aquello que es, puede mantener la armonía sin dominaciones entre el mythos y el logos” (“Autobiografía intelectual”).

El reencuentro entre el Mythos y el logos es el que debe haber entre la subjetividad y la objetividad, el corazón y la mente, el pensamiento racional y el espíritu que vuela libremente. Un reencuentro necesario para no caer ni en la antigua sumisión al mito, ni en la sumisión del mito al logos, cayendo en el logo-monismo actual: “La realidad no se nos da como logos, sino que se nos ofrece como mythos, como aquel horizonte en el que colocamos hasta nuestra propia idea del mundo... Nuestro mundo nos es dado en el mythos, y ese mundo, igualmente nuestro, es descubierto por el logos” (Pensamiento científico y pensamiento cristiano, Madrid 1994). Panikkar expresa así esta doble faceta de la realidad:

“El mito no es el objeto del discurso, sino la expresión de una forma de conciencia sui generis. Mito y sabiduría van unidos... Un mito viviente ni deja espacio a la interpretación, en cuanto no tiene necesidad de intermediarios. La hermenéutica de un mito no es ya el mito, sino su logos... El mito es transparente como la luz, y la historia mítica es solamente la forma, el revestimiento con que el mito se expresa, se envuelve, se ilumina... Ello no significa que debamos descuidar, ni menos aún despreciar, el valor del pensamiento e ignorar el reino y los derechos inviolables de logos. Quiere decir simplemente que el hombre no puede reducirse al logos, ni la conciencia a la conciencia reflexiva” (Mito, fe y hermenéutica).

El tema del mito y su lugar en relación con la religión y el pensamiento humano en general ha preocupado largamente a Panikkar y ha dado lugar a la publicación de numerosos trabajos suyos. Él mismo llega a decir: “Es preciso redescubrir el lugar y la función del mito en la vida humana y situar la racionalidad en el contexto humano total” (Elogio de la sencillez).
El diálogo abierto entre el mito y el logos, es el fundamento de su diálogo-dialógico, como esfuerzo de abrirse al otro y entrar respetuosamente en su realidad.